1- El tacto.
Con el tacto percibimos la presión, la forma y extensión de los objetos, su aspereza, suavidad, dureza, blandura, etc. pero también hay que tener presente que para los ciegos, el tacto adquiere un valor mucho más notorio, pues gracias a él pueden palpar, examinar, observar y conocer una inmensa cantidad de seres y objetos.
Asimismo, gracias al tacto pueden leer y asimilar de este modo toda la información que hay en los libros.
Hay que recalcar también que los ciegos pueden tocar instrumentos musicales y escribir en el teclado ordinario de cualquier computadora valiéndose sólo del tacto.
Asimismo, gracias al tacto pueden leer y asimilar de este modo toda la información que hay en los libros.
Hay que recalcar también que los ciegos pueden tocar instrumentos musicales y escribir en el teclado ordinario de cualquier computadora valiéndose sólo del tacto.
2- El oído.
Muchos ciegos, valiéndose sólo de los oídos, pueden detectar obstáculos como muros o postes sin necesidad de tocarlos.
Un ciego puede detectar muros, postes u otros obstáculos parecidos a más de tres metros de distancia. Para lograrlo, pueden producir ruidos o sonidos, ya sea golpeando los muslos con las manos, zapateando, o golpeando consecutivamente el bastón contra el suelo. De la misma manera el sonido se expande y choca con el objeto, produciéndose un pequeño eco que regresa a los oídos, esto les permite a los ciegos detectar los obstáculos y hacer maniobras para esquivarlos; de ahí que se pueda decir que en cierto modo, es posible ver con los oídos.
Finalmente, diremos que esta habilidad parece desarrollarse más en los ciegos de nacimiento y en los que han perdido la vista a temprana edad.
Un ciego puede detectar muros, postes u otros obstáculos parecidos a más de tres metros de distancia. Para lograrlo, pueden producir ruidos o sonidos, ya sea golpeando los muslos con las manos, zapateando, o golpeando consecutivamente el bastón contra el suelo. De la misma manera el sonido se expande y choca con el objeto, produciéndose un pequeño eco que regresa a los oídos, esto les permite a los ciegos detectar los obstáculos y hacer maniobras para esquivarlos; de ahí que se pueda decir que en cierto modo, es posible ver con los oídos.
Finalmente, diremos que esta habilidad parece desarrollarse más en los ciegos de nacimiento y en los que han perdido la vista a temprana edad.
3- El olfato.
Por medio del olfato los ciegos tienen acceso a un caudal de información incalculable.
Por medio de este sentido perciben los diferentes olores que hay en el ambiente y pueden tener conocimiento de la existencia de muchos objetos o situaciones. Por ejemplo, según el olor que perciban a la distancia, pueden saber si pasan por una panadería, zapatería, tienda de ropa, etc.
Con el olfato además es posible reconocer y distinguir alimentos, saber si un objeto es nuevo o viejo e incluso es posible identificar a las personas.
Por medio de este sentido perciben los diferentes olores que hay en el ambiente y pueden tener conocimiento de la existencia de muchos objetos o situaciones. Por ejemplo, según el olor que perciban a la distancia, pueden saber si pasan por una panadería, zapatería, tienda de ropa, etc.
Con el olfato además es posible reconocer y distinguir alimentos, saber si un objeto es nuevo o viejo e incluso es posible identificar a las personas.
4- El gusto.
No podemos dejar de lado al sentido del gusto que a menudo es olvidado injustamente o puesto en un segundo lugar; pero en verdad es tan importante como los demás sentidos. Gracias a él nos podemos deleitar sintiendo los innumerables sabores que existen; imaginemos pues, lo vana y aburrida que sería la vida sin el gusto.
Webgrafía: http://www.infociegos.com/espanol/index.php?option=com_content&task=view&id=27&Itemid=55
Daniela López
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