Perros
guía, también conocidos como lazarillos, van ganando un papel importante en
nuestra sociedad.
En España
los perros guía provienen de un criadero propio de la Fundación Once del
Perro Guía donde se mantienen las razas y las líneas de sangre que presentan
un correcto equilibrio temperamental.
Las razas utilizadas son principalmente
tres: labrador, golden retriever y pastor alemán.
Desde el nacimiento hasta las 7 semanas.
Nace en el criadero y las 7 semanas se
entrega a una casa de acogida.
Desde las 7 semanas hasta los 12 meses.
Comienza la educación del perro en la casa de acogida. Los requisitos que
debe cumplir la familia adoptante son:
·
Asegurar que el perro nunca estará solo
más de dos horas.
·
Disponer de vehículo y tiempo libre para
llevar al cachorro a la escuela cuando sea requerido para ello, bien por temas
veterinarios o educativos.
·
Firmar un contrato comprometiéndose a
educar al cachorro según las instrucciones recibidas y a devolverlo a la
escuela cuando sea requerido para iniciar su periodo de entrenamiento.
·
Enseñarle a ser un perro limpio, educado
y afectuoso.
·
El perro acompañará, de manera habitual,
a la familia en sus salidas más frecuentes. El animal se tendrá que acostumbrar
a entrar en las tiendas del barrio, grandes almacenes, cines y todo tipo de
transporte público (La ley reconoce y ampara el derecho de los futuros
perros-guía).
Rasgos de carácter que debe tener un perro guía.
·
Deseos de agradar: Ganas de trabajar con
el hombre.
·
Responsabilidad alta: Grado de interés
con el que responde alto.
·
Persistencia: Esfuerzo y vigor empleados
en el desarrollo de la tarea.
·
Iniciativa: Capacidad resolutiva.
·
Adaptabilidad: Capacidad de adaptación a
los cambios del entorno. La habituación del perro a los diferentes ambientes es
un factor importante para la realización correcta de su trabajo ya que
evitaremos distracciones. Desde edad temprana y a causa de una exposición
constante a diversos ambientes, el perro se acostumbra a las numerosas
situaciones que encuentra en el trabajo.
·
Instinto de preservación. (INSTINTO DE
CONSERVACION, PROTECCION)
Desde los 12 meses a los 18 meses.
Adiestramiento
especifico del perro guía. Los trabajos básicos que se
realizan para preparar a un perro guía son:
·
El uso del arnés.
·
El principio de la línea recta.
·
El trabajo con bordillo.
·
Trabajo con obstáculos.
·
El tráfico.
Órdenes que se utilizan.
·
Órdenes de dirección: (derecha, atrás,
izquierda, avanza…)
·
Órdenes de control: (no, deja, calla,
mal) se utilizan para controlar conductas específicas, por ejemplo, detenerse,
esperar, distracciones, mala concentración.
Todas estas órdenes utilizadas con
movimientos y acciones del cuerpo, pies y manos, son interpretadas con mayor
facilidad y se refuerzan por el uso de incentivos.
Existen otras órdenes útiles para el ciego
como puede ser la búsqueda de un sitio libre en el autobús, la búsqueda de una
parada de metro/autobús. La aproximación a la puerta del autobús y la detención
para que el ciego pueda preguntar por el número del recorrido.
También se les enseñan órdenes como
sigue, útil por ejemplo en restaurantes cuando te llevan a una mesa o cuando se
realiza un desplazamiento en grupo.
Dependiendo de las actividades propias
del invidente se le enseña al conjunto del perro y la persona a realizar de
manera adecuada recorridos habituales (ir a trabajar, visitar a la familia) en
metro, autobús o andando. Ambos aprenderán a coger las líneas adecuadas y a
orientarse una vez salen de nuevo a la vía pública.
El adiestrador del perro guía siempre
está disponible para el usuario ante cualquier necesidad o duda respecto a su
trabajo en común con el perro.
Adiestramiento.
El uso del arnés.

Es necesaria una tensión entre el perro
y la persona que lo maneja sin llegar a ser fuerte, dado que resultaría
extremadamente incomoda y podría llegar a producir problemas/dolores de espalda
e incluso deteriorar todos los aspectos de trabajo del perro guía (incremento
de los niveles de estrés e incremento de errores, dificultad de control, etc.).
El grado de tensión varia de una persona a otra y se relaciona con el peso,
agilidad, acción refleja, equilibrio….etc.
Todo esto habrá que evaluarlo al asignar
un perro a una persona y comprobar la compatibilidad durante el entrenamiento
de la unidad perro – guía.
El principio de la línea recta.
Hay que tener claro desde un principio
que es la persona que maneja al perro la responsable de su orientación y que no
se debe basar en la capacidad del perro para conseguir el objetivo deseado.
Una de las características de la
movilidad con perro guía es que la persona ciega no tiene contacto físico con
el entorno, se eliminan las referencias táctiles que puede obtener con el
bastón (línea del edificio, farolas, etc.) y ha de utilizar las referencias
auditivas o cambios de superficie para poder determinar su situación en el
entorno. Los únicos puntos de referencia y orientación, que se mantienen
estables en el entorno, son el tráfico, los bordillos, los cambios de
superficie, otros sonidos (tiendas, etc.) u olores (panadería, kiosco, etc.).
Por esta razón se adiestra al perro guía
siguiendo el principio de la línea recta, para facilitar la movilidad
independiente y segura de la persona ciega. El perro responderá a las ordenes
de dirección de la persona que lo maneja y una vez tomada la dirección
mantendrá una línea recta hasta nueva orden o hasta que tenga que desviarse o
detenerse debido a influencias ambientales.
Cuando caminen por al acera se mantendrá
siempre por el centro de la misma y cuando esta no exista la línea de
desplazamiento será cercana y paralela al borde de la calzada.
Influencias ambientales para las que se
prepara al perro.
El trabajo con bordillo.

Esto es, al encontrarse con un bordillo
de bajada, de subida o lateral el perro se detendrá en pie/sentado indicando la
presencia del bordillo a la persona que lo maneja, quien deberá de tomar la
decisión respecto a que línea de desplazamiento seguir.
Cuando se trata de peldaños o escaleras
el perro realizará un acercamiento positivo. Deteniéndose en pie en la base
cuando se trata de unas escaleras de bajada y deteniéndose con las patas
delanteras sobre el primer escalón cuando se trata de una escalera de subida.
Trabajo con obstáculos.
La evitación natural del perro al
contacto con obstáculos se resalta mediante un entrenamiento cuya meta es
aumentar el conocimiento del animal de la posición y tamaño de la persona que
lo maneja en relación consigo mismo.
Durante el adiestramiento el perro
aprende a aceptar a la persona que sujeta el arnés como una extensión de su
propio cuerpo, y dejar espacio suficiente a la hora de negociar obstáculos.
El perro aprenderá que es mejor
desobedecer que ocasionar un posible accidente a su guía. Este es un punto
importante en el aprendizaje del perro del perro guía, ya que la desobediencia
por parte del perro vendrá provocada por el respeto y la fidelidad hacia su
guía.
Obstrucción
total del pavimento: En este caso el papel del perro es guiar a la
persona que lo maneja al extremo del bordillo lateral y detenerse, esperar
instrucciones para abandonar el bordillo y guiar a la persona de nuevo a la
acera.
El tráfico.
Este es el punto potencialmente más
peligroso del desplazamiento. Para realizar esta tarea se enseña a la persona
ciega que se desplaza a realizar de forma segura un cruce de carretera. El
perro se entrena enseñándole acciones específicas que deben realizar en situaciones
de tráfico comunes:
·
Ante la presencia de tráfico cercano
debe ignorar la orden de avanzar y permanecer en el bordillo.
·
Ante la presencia de trafico lejano
esperara en pie/sentado hasta que los vehículos hallan pasado o se detengan de
forma segura.
A pesar de esto la capacidad del perro
para afrontar las condiciones del trafico es limitada y será siempre el guía el
que determine cuando se debe realizar el cruce. La seguridad se puede aumentar
añadiendo instrumentos como pueden ser el bastón o bandas reflectantes. La
persona debe estar preparada para pedir la ayuda de una persona vidente si
considera inseguro cruzar las vías por sus propios medios.
El conjunto del perro y la persona.
·
Se debe
desarrollar un vínculo mutuo de respeto, afecto y comprensión, hasta un grado
que permita que la persona y el perro adopten en armonía el enfoque correcto.
·
El perro debe realizar su trabajo de una
manera decidida, de la misma manera las acciones, voz y gestos de la persona
deben ser decididos.
·
Una conducta indecisa por parte de
cualquiera de los dos causara confusión en el otro provocando la perdida de
equilibrio del conjunto.
·
La persona que maneja al perro debe
esperar un nivel consistente de rendimiento de este y ha de estar dispuesto a
desarrollar y mantener un régimen estricto, dentro de unos límites para
conseguirlo. El perro debe respetar.
·
La confianza mutua es necesaria ya que
la falta de esta puede provocar errores inducidos por el estrés.
·
El entorno de la unidad cambia
constantemente y los dos deben estar preparados para desviar su atención de una
situación a otra cuando ocurran cambios en el entorno.
Distracción.
El entrenamiento aumenta el conocimiento
del perro de los aspectos del ambiente que se relaciona con su trabajo,
llamando constantemente la atención hacia su presencia, por ejemplo:
obstáculos, bordillos… De la misma manera que inhibe el interés natural del
perro a los aspectos que por naturaleza podrían distraer su atención (perros,
olores, comida…)
Es la persona que maneja al perro la que
debe tratar de mantener la concentración del perro empleando una combinación de
voz e incentivos.
Durante el trabajo de ambos, habrá
situaciones en las que el perro asuma el papel activo, esquivando obstáculos,
bordillos… y otras en las que será la persona la que tome el papel activo
guiando al perro en tareas especificas. En otros casos el perro deberá
desobedecer la orden de la persona, como en el caso de tráfico próximo.
Es importante la aceptación del papel
que desempeña por parte del perro. El perro finalmente disfruta con la tarea
que realiza. A pesar de esto el factor dominante de la unidad es el respeto del
perro hacia la persona.
El entrenamiento continúa en casa.
Una vez entrenados perro y persona, el
perro llega a casa. Es el momento de potenciar el vínculo.
Cuando en la vivienda del invidente
conviven más personas, estás deberán ignorar al perro hasta que este vinculo
este afianzado. Es conveniente que ni siquiera le miren, ya que es una potente
herramienta de comunicación de la que además el invidente carece. El perro debe
entender desde un principio que su dueño es la persona invidente.
·
No se debe jugar con el perro con
pelotas, ya que despertaría su instinto de caza, que en este tipo de tareas
debe estar especialmente dormido.
·
Debe tener su lugar. Su cama y su
espacio.
·
Su alimentación debe estar controlada y
seguir unas rutinas marcadas.
·
Se le debe mantener aseado. Bañarlo con
una frecuencia adecuada y cepillarle a menudo. Es un perro que esta autorizado
a entrar en cualquier sitio. Hay que tener consideración con ello.
·
A la hora de eliminar se le enseña a
hacerlo en zonas adecuadas, alcorques, zonas verdes…hay ciegos que por su
condición no pueden recogerlo y es necesario que no sea un perro sucio por la
calle.
·
El perro atenderá a la orden de haz! ,
se le soltara el arnés y se le dejara unos minutos para que elimine. Luego
continuara su tarea y no volverá a eliminar hasta que se le dé el privilegio.
·
Hay que realizar las revisiones
veterinarias obligatorias, la falta de cualquiera de ellas inhabilita al perro
como perro guía.
·
El entrenamiento debe continuar. Un
perro que no sigue trabajando olvida su tarea.
Hay que seguir potenciando su conducta social.
·
No debe ser bullicioso, hiperacti
vo o excitable.

·
Debe ser limpio en casa así como en
cualquier lugar cerrado.
·
Se deben controlar los ladridos.
·
No debe ser destructivo.
·
No debe solicitar comida a la mesa.
·
La conducta general del perro debe ser
tal que no provoque críticas del público ni limite su utilidad a la persona que
lo maneja.
La jubilación.
La vida laboral del perro guía esta
condicionada por la condición del perro individual, aunque la edad aproximada
ronda entre los 8/10 años.
Cuando un perro guía se jubila puede
quedarse con el invidente que hasta ahora fue su compañero, en condición de perro
de compañía, o volver a la Fundación de perros guía donde se le cuidara hasta
que sea necesario. A no ser que exista una enfermedad grave nunca se les
sacrifica.
¿Qué hacer ante la presencia de un perro guía?
Un perro guía es un perro de trabajo.
Siempre que este con el arnés puesto su función consistirá en ser los ojos de
la persona invidente. Distraer, acariciar, llamar a un perro que esta
trabajando puede ocasionar un accidente.
·
Si tienes perro, procura que mientras el
perro guía esta trabajando no se acerque, podría distraerlo. Si quieres
saludarle pregunta siempre antes a la persona que lo lleva.
·
El único sitio al que un perro guía
tiene prohibido acompañar a su dueño es a un quirófano.
·
No dificultes su entrada a
establecimientos públicos, transportes…etc.
Gracias a Juan Luna por su ayuda en la
recopilación de información.
-Mavi Valdés Moreno-
-Mavi Valdés Moreno-
Qué interesante! :-)
ResponderEliminarPor fin algo de los guías más entrañables..